Nov 082013
Son como pequeños angelitos enviados directamente desde el cielo para adornar con su gracia la ceremonia.
Tener floristas o “flower girls” es una de las tradiciones que en pleno siglo XXI sigue latente. Estas pequeñas niñas vestidas como princesas y tirando flores o pétalos se roban el show con su gracia especial.
Como toda tradición de casamiento el uso de floristas también tiene su historia. Ya en los tiempos de las antiguas Roma y Grecia el uso de floristas era parte esencial de las bodas. Pequeñas niñas esparcían hierbas y granos como símbolo de fertilidad por donde la novia iba a caminar. En tiempos medievales se esparcían espigas de trigo frente a la novia. La tradición continúa evolucionando y durante la época de la reina Elizabeth comienzan a usarse pequeños ramos florales. En la época de la reina Victoria canastas llenas de flores o pétalos y aros florales eran la norma.
En la mayoría de los casamientos la novia elige usar sólo una niña pero esto no es regla. Podés usar cuantas quieras. De hecho, el uso de más de cuatro niñas como floristas es común en bodas formales como las de la realeza o en las de tema victoriano.
Las edades rondan entre los cuatro y los diez años. Ser parte de un casamiento conlleva responsabilidades y mucho estrés. Niñas menores de cuatro años podrían no poder soportar la tensión además de ponerse muy nerviosas a la hora de desfilar.
La creatividad no sólo se ve en los vestidos y accesorios sino también en lo que las niñas tirarán para abrir el camino a la novia. Algunas opciones son pétalos, flores pequeñas sin tallo u hojas como orquídeas y margaritas, productos secos como lavanda, flores completas como rosas con su tallo y hojas, entre otros.
Tradicionalmente las floristas usan vestidos blancos como símbolo de su pureza y juventud. Hoy se añade un toque especial usando color para vestirlas.
El tocado es parte esencial ya que complementa al vestido y al casamiento en general. Coronas, diademas y tiaras de cintas, flores artificiales o frescas de colores o en el tradicional blanco; además de cristales o mostacillos pueden usarse sin ningún remordimiento (ver fotos adjuntas a la nota).
Las posibilidades son infinitas a la hora de elegir los vestidos y accesorios que usarán las pequeñas.